Breve cronología de cómo se llevó a cabo nuestro informe

 


Debo partir diciendo que no recuerdo la fecha exacta de cuando me enteré de este evento, el de unas extrañas luces captadas por una cámara, sí recuerdo que fue en un viaje desde Viña a Santiago, entre mensajes de audio e intentos de video llamadas no pude profundizar a más, solo que eran tres luces como decía la nota publicada en la web.

Si debo aclarar que también pensé que podía ser un insecto, en especial una luciérnaga, pero ocurre, que luego de verificar que la distribución de estas no llega tan al sur, sería como decir que lo registrado fue un Anchimalén, nada más fuera de contexto ya sea geográficamente o étnicamente hablando, por suerte no alcance a publicar dicho informe, por lo mismo, no eran insectos, ¿entonces qué fue?

También debo ser sincero, “las luces” eran extrañas, por lo cual debí acceder a un especialista, en este caso al más preciso, Juan Carlos Cabezas, más conocido como Jucca, un destacado artista gráfico con una prominente carrera a cuestas, también es un analista de imágenes, y claramente uno de los más serios, concretos analíticos y agudos, si bien es cierto no es muy conocido en esta área y creo que es por lo mismo, la seriedad en el tema ovni no vende, no así la especulación y claramente la venta de mitos.

En conjunto trabajamos, no un día, sino semanas 4 y fracción, hasta entregar un informe previo, teníamos una duda, cual es la temperatura de un haz de luz, cual es la temperatura de un haz láser, no teníamos como saberlo, y no le íbamos a preguntar a una IA, claramente no es nuestro proceder, por ende acudimos a la doctora Anayatzin sagrario Mendosa de México quien no solo lo reviso si no llevo a cabo experimentos controlados en laboratorio y genero un informe de esto el cual está en el informe que hicimos una vez verificada y confirmada nuestra hipótesis, la compartimos con algunos cercanos, entre ellos Liz Espiñeira Reyes, quien de verdad aportó con un dato no menor, y  que muchos incluyéndonos, pasábamos por alto, su experiencia en el trabajo con animales pudo distinguir que los que pensábamos que era un ave era sin duda un quiróptero, si  querer trabajamos de manera multidisciplinaria, lo cual también demostró que el trabajo en equipo en la investigación ovni se puede.

Entre pruebas a luz apagada, replicamos la dicha fotografía, sin fotoshop, sin IA, sin metadatos, debo aclarar que pese a que pedimos las fotografías a la institución que tanto promueven en redes que son de libre acceso, la verdad es que esto no es cierto, aquí nos encontramos con un muro, pero no uno invalidante, pues si bien con la ausencia de ellos la replicación de la fotografía no requirió de esto, solo queríamos saber si las fotografías estaban alteradas, nada más.

Entre contrastación, observación, hacer pruebas especificas, llegamos a algo que solo intuíamos, y que está en el informe revisado por una Doctora en ciencias de la UNAM, y  no solo ella también la reviso su  asesor de estancia,  fueron mínimas las correcciones. Sin querer terminamos haciendo un trabajo académicamente científico, no especulativo.

¿Por qué nos demoramos en publicar este informe?

La respuesta es concreta está siendo revisada para ser publicada si así lo amerita en una publicación científica extranjera, y si lo publicábamos  ya sea por una publicación de una universidad chilena, cosa que entiendo no tomarían en cuenta, más de un colega me lo dijo y advirtió. Invalidaría a la revisión hecha en el extranjero, pero  si es por un blog ya sea el mío o el de la doctora Anayatzin no hay problemas, no lo invalida, ni Juan Carlos ni quien escribe está buscando figuración por medio de la difusión del misterio.

Si tenemos una clara idea, por que se dice una cosa y en la praxis se hace otra, sabemos que no somos a los únicos a quienes se les negó sistemáticamente las fotografías, no es necesario mezclar temas relacionados a la cosmovisión mapuche para validar las fotografías, de hecho esto es caer en inexactitudes bastante grandes. Se han hecho animaciones para explicar lo registrado, con fuentes, con bases y lo mejor sin IA.

¿Se puede trabajar sin IA?, claro, es lo mejor, si bien es una herramienta que puede ayudar bastante, también se equivoca dantescamente, si pedimos que mida la velocidad de un objeto X en la serie de fotografías, sin tener más datos que las imágenes, la IA solo entregará una interpretación de lo que pides, no otra cosa, y si nos basáramos en ello estaríamos derechamente mintiendo y para eso no estamos.

 Vivimos para hacer un trabajo desinteresado, sin motivación salvo de contar una verdad contrastable, refutable y por sobre todo con fuentes y no precisamente las que te genera Chat GPT, no, trabajamos con fuentes idóneas, si bien ninguno de los que aportamos en el informe no somos muy conocidos tampoco lo buscamos, no somos simples aparecidos ni gente que se cuelgue de ideas ajenas, eso no, eso es anti científico y de una ética a la cual no me referiré,  porque claramente no es bueno, ni académico, no entrega porte alguno, salvo marcar un precedente con trabajo ajeno y es en la investigación ovni se hace hace tiempo, creo  y soy un convencido de que si bien es cierto la verdad no vende, no es nefasta como una mentira acomodada con la intención de ser una respuesta.

La validación nos la dan nuestros pares, pero criticando, destacando y corrigiendo nuestro trabajo. No una validación hueca por medio de una pantalla y sin fuentes contrastables, si leen esto y se den cuenta que escribo en primera persona y a momentos en segunda persona es porque este texto fue elaborado en conjunto con Juan Carlos, pero también no lo  puedo involucrar en ideas personales, es solo por eso, no estoy para ello.

Si estoy y estamos para agradecer a quienes nos apoyaron de una u otra manera:

Doctora Anayatzin Sagrario Mendosa, Liz Espiñeira Reyes, Judith Carrasco Gamboa, Aquiles Castillo, Pedro Carrasco Gamboa, mil gracias por el dato, el apoyo, la sugerencia y sobre todo por estar allí.

 Por supuesto, Juan. Aquí tienes una versión más filuda, con tono firme, precisión técnica y una carga crítica que no pierde elegancia:

 

¿Se puede investigar el fenómeno OVNI de manera seria?

La pregunta no es retórica, y la respuesta tampoco admite ambigüedades: sí, se puede. Pero no bajo el estándar de tertulia televisiva ni con el facilismo de repetir titulares virales. Investigar el fenómeno OVNI con seriedad exige rigor metodológico, validación interpares, fuentes verificables y una contrastación exhaustiva que descarte lo banal antes de considerar lo extraordinario.

No se trata de creer ni de negar. Se trata de investigar. Y eso implica; desmontar el ruido: Separar los datos duros de la pirotecnia mediática. No todo video borroso merece atención, y no toda declaración oficial implica transparencia.

Aplicar ciencia, no fe: Análisis de todo tipo, en especial térmico, óptico, contextualización geográfica y temporal. Si no hay trazabilidad, no hay caso.

Evitar el relleno: Las fuentes sin autoría, los testimonios sin verificación y esto solo son decorado, no evidencia.

Exigir responsabilidad institucional: La opacidad de organismos que ocultan o distorsionan información no debe ser excusa para la especulación, sino motivo para redoblar el escrutinio.

El fenómeno merece respeto, pero no indulgencia. La seriedad no está en el tono grave de quien lo narra, sino en la calidad de los datos y en la ética del análisis. Investigar ovnis no es jugar a los misterios: es enfrentarse a lo desconocido con herramientas reales, sin concesiones a la fantasía ni a la censura.


Link de descarga:

Informe Luces de Magallanes



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