"Honrar a las Mujeres en la Ufología: Un Desafío Pendiente"

 

fotografía: Freddy Alexis Silva / @laredsistencia

El machismo constante en la ufología ha dejado huellas profundas y difíciles de soslayar. Esta discriminación ha persistido a lo largo del tiempo, manifestándose en actitudes y comportamientos que marginan y desvalorizan la contribución de las mujeres en este campo. Muchas veces, estos esfuerzos por reconocer a las mujeres en la ufología son vistos más como intentos de limpiar la imagen de los hombres mas que como auténticos homenajes y esto no es algo que la misma gente ha dicho en sus estados de faceboock, en base a estos más  Save video clip (una captura de el video original) y con eso fué el corpus de trabajo co el cual se haa generado esta nota.

Save screen Facebook Cazador de Mitos.

Save screen: YouTube Cazador de Mitos.

La reciente ceremonia llevada a cabo por Freddy Alexis ha sido considerada por muchos como un claro acto de misoginia existente en el medio ufológico, aunque esa no haya sido su intención. Este "homenaje" es percibido como una limpieza de imagen superficial que no aborda las verdaderas raíces del problema: la falta de integración y respeto hacia las mujeres que trabajan incansablemente en la investigación y divulgación de los fenómenos aéreos no identificados.

"El mejor reconocimiento, señores, es integrándonos y no aislándonos, así como nosotras los invitamos a nuestros programas, seminarios, debates y congresos. Acuérdense de quienes trabajamos de forma constante y no paramos. Lamentablemente, Elizabeth Ramírez nos dejó muy pronto, pero era una excelente divulgadora e investigadora. También Claudia Cabezas, como vigilante del cielo, fue respetada en el extranjero, no así por sus pares nacionales, y ella lo sabía muy bien. Al igual que Ely y la tremenda investigadora Liliana Núñez, que también se queja de lo mismo.

En fin... dieron un paso grande y se agradece, pero no nos usen para limpiar imágenes, porque así lo vieron muchos."

                                                                                                             Carmen Soto

imagen: Carmen Soto faceboock

Primero debo explicar que lo que ocurrió es algo que se pudo evitar, pero desconozco el motivo que tenía en mente el anfitrión, pues claramente, si era un homenaje, este jamás se llevó a cabo; de hecho, nunca lo fue, sino todo lo contrario. Se entiende que nunca fue la intención pero lo logro.

Partamos por lo básico:

Save video clip


¿Qué es un Homenaje?

Un homenaje es más que palabras y aplausos. Es un rito sagrado, una reverencia hacia aquellos que han dejado huellas imborrables. En el corazón de un auditorio o en la quietud de un memorial, se celebra la grandeza. ¿Quién merece un homenaje? No sólo los titanes de la historia, sino también los anónimos que tejieron la trama de la humanidad. Es el reconocimiento de que cada vida es un verso en el poema colectivo de los no identificados.

La solemnidad es su aliada. Los discursos medidos, los comentarios cómplices: todo contribuye a la atmósfera. El homenaje es un eco que resuena en el tiempo, un tributo que trasciende las palabras. Se debe hacer con respeto. Cada detalle cuenta: desde el programa hasta  la elección de cada una de las palabras expresadas.

La Premiación

Save screen: Live de dicho homenaje.

La premiación, en cambio, es como un baile de expectativas. Los nominados, como estrellas en el firmamento, esperan su momento. Las miradas se centran en ellos, y el corazón late al ritmo de los sobres. ¿Por qué premiamos? Porque el esfuerzo merece su corona. No importa si es un Nobel o un diploma escolar; cada logro es un faro en la noche.

La organización es clave. La premiación es un acto público, un compromiso con la excelencia o el legado llevado a cabo. Se debe hacer con solemnidad y un estudio previo de cada una de las palabras y motivos de este magno y anhelado premio. Cada ganador merece su aplauso por haber llegado tan lejos.

El Arte de la Celebración

Como investigadores o fanáticos del tema ovni, somos oyentes de narraciones de este tipo de historias. Capturamos momentos, sean buenas o malas las anécdotas.

Save screen: Live de dicho homenaje.

También somos guardianes de la verdad. No olvidemos que la organización es la columna vertebral. Desde la logística hasta la elección de las palabras, ¡si nuevamente la elección de las palabras!, todo debe fluir con precisión. La elegancia no es un lujo, sino una necesidad.

En síntesis, tanto el homenaje como la premiación son actos de gratitud hacia la vida o el trabajo de alguien. Uno mira al pasado con reverencia, con esperanza de que dicho legado se proyecte en el tiempo. Todo debe ser respetuoso, solemne y organizado. Sabemos que cada detalle cuenta. Celebremos con la misma pasión con la que escribimos nuestras crónicas: con la pluma de la certeza y el corazón  que busca la verdad en una temática a momentos excluyentes.

Save screen: Live de dicho homenaje.

Ya aclarado  los puntos anteriores lamentablemente nos encontramos con esto:

El Escenario Real

En el vasto escenario de la vida, más aún en el mundo de la ufología, donde las historias se entrelazan como hilos de constelaciones rotas, los desprecios y las des premiaciones ocupan un lugar especial. Como investigadores o simples humanos, fuimos testigos, sí, fuimos testigos de esta lamentable e innecesaria ceremonia, donde la oscuridad de lo cotidiano se intensificó y la luz de los logros pareció más una luciérnaga perdida en la oscuridad de la Imbecilidad. ¿Fue necesaria tanta habladuría desprovista de todo fundamento a quemarropa?, a menos que haya sido la figuración a ultranza o querer quedar bien con todas las féminas nominadas, terminando en el más progre de los actos. ¿Qué hicieron las “homenajeadas” para merecer esto? ¡Los verdaderos reconocimientos no son homenajes póstumos!

¿Qué es un Desprecio?

Save screen: Live de dicho homenaje.

Un desprecio es más que ignorancia y silencio que calla lo correcto. Es una bofetada sin manos, un rechazo hacia aquellos que han intentado dejar huellas ya sea en el corazón de un auditorio, en una investigación debidamente expuesta en un paper, en un programa radial  o en la quietud de un memorial vacío. ¿Quién merece un desprecio? No sólo los fracasados evidentes, sino también los oscuros que tejieron la trama de la humanidad para que nadie la note. Es el reconocimiento de que cada vida es un borrón en el poema colectivo de los irrelevantes.

La solemnidad es su enemiga. Los discursos torpes, los comentarios tontos: todo contribuye al desastre. El desprecio es un eco que resuena en el vacío, una burla que trasciende las palabras. Se debe hacer con desdén, como quien ignora un objeto roto. Cada detalle cuenta: desde el programa impreso hasta el gesto de ignorar la memoria y cada una de las palabras mal expresadas.

La Despremiación

La despremiación, en cambio, es como un espectáculo de desilusión. Las nominadas, como lunas en un cielo nublado, esperan su momento que nunca llega y de las cuales ni siquiera se les preguntó si estaban de acuerdo en estar nominadas al menos claro está. Las miradas se desvían de ellas, y el corazón se hunde al ritmo de las forzadas nominaciones. ¿Por qué despremiamos? Porque el fracaso merece su lugar en el basurero. No importa si es un trofeo de plástico o una mención vergonzosa; cada logro fallido es una mancha en la camisa limpia de la vida (pese a que ninguna de las nominadas merecía este despremio).

Los comentarios escritos en el muro de Facebook pueden ser difíciles de interpretar. Lo que una persona considera una broma puede ser bullying para otro.

La desorganización es clave. La despremiación intencional o no, es un acto de vergüenza pública, un compromiso con la mediocridad o el legado arrastrado por la ignorancia. Se debe hacer con negligencia y un desprecio previo de cada una de las palabras y motivos de este desastroso y temido evento. Cada perdedor merece su silencio por no haber llegado más lejos, y por sobre todo ser quien es.

El Arte de la Auto-Humillación

Fuimos testigos de historias desafortunadas. Captamos momentos de car’e palismos únicos; donde quedo de manifiesto, porque  Freddy ni siquiera conocía el nombre del programa radial de una de las afectadas, y esto ni siquiera fue de nervios, sólo ignorancia, y de la más dura, pues la “homenajeada” no sólo se dedicaba a la investigación de los ovnis, sino también a otros temas tan diversos como la criptozoología y la arqueología, siendo estos sus puntos destacables. Elizabeth fue muy ecléctica en cuanto a temáticas de investigación. Obviamente, este homenaje fue improvisado, sin afán alguno, salvo que haya querido hacer público un fallido intento de deconstrucción progre, aprovechando, de pasada, de hacer comentarios innecesarios y nuevamente tirando palos de ciego en contra de un investigador, cayendo en el mismo estatus al no identificarlo debidamente, siendo un cómplice silente del nefasto accionar del supuesto infractor. Es más, esto más que un homenaje parece un capítulo de “¿Alo Eli?”, por el cotilleo me refiero. Y sí, el carnet salto lejísimo. Claramente, el conductor de este espectáculo auto funado no se informó en lo más mínimo sobre las vidas de estas dos grandes investigadoras. Y lo peor es que no se pueden defender. Las excusas no sobraron, las sonrisas forzadas tampoco, mucho menos la publicidad innecesaria a su canal o a un libro relacionado al tema de los no identificados, lo cual sólo hizo que esto fuera insufrible, tanto que hubiera preferido estar atrapado en un ascensor durante un corte de energía. Y eso que soy clasutrofóbico. Pero también vimos un descaro único. La desorganización es la ruina de todo acto solemne; aquí sólo vimos publicidad, improvisación y autovalidación a costa de lo más bajo. Insisto, ¡nunca fue un homenaje! Cada vez que pudo, toreó a un investigador, el que no tuvo el coraje ni la hombría de identificar, lo que hubiera sido correcto y hasta respetable.   Vimos un desfile donde brillaba la falta de logística, la ignorancia de todo protocolo en estos ámbitos y por sobre todo, la buena elección de las palabras equivocadas, cosa muy delicada en estos eventos. Todo fluyó hacia el fracaso.  

Save screen muro de Carmen soto

La ceremonia estaba mal organizada, el discurso (si es que existió) fue improvisado, insulso y caótico y  las homenajeadas se sintieron incómodas; es cosa de leer algunas publicaciones en muros de Facebook. En síntesis, esta ignominia fue todo menos un homenaje.

No creo que por nada el anfitrión nos privó de tan singular premiación, bajando su live, donde nuevamente el Cazador de Mitos la hizo otra vez. La elegancia no fue un requisito, sino un estorbo. Y nuevamente Freddy demostró que, sin esforzarse, logró hacer de algo agradable, solemne, motivador, enriquecedor, retrospectivo y memorable, algo completamente precipitado, ignorante, poco juicioso y desubicado. Dejando en claro que destaca por su soberana estulticia.

La experiencia fue un recordatorio de que la organización y la preparación son esenciales para cualquier evento que busque honrar o reconocer a las personas. La falta de estas cualidades puede convertir un homenaje en una burla y una premiación en una vergüenza pública. La elegancia, el respeto y la atención a los detalles no son meros adornos, sino fundamentos imprescindibles para el éxito y la dignidad de tales ceremonias.




Fuentes:

https://www.facebook.com/irka.galaz

https://www.facebook.com/photo?fbid=2756803297818261&set=a.663532473812031

https://twitter.com/redsistenci/status/867197604643426304/photo/1

https://www.youtube.com/watch?v=U8jXYwjHU8Q



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